Berlanga
Me acuerdo. Berlanga y un joven director. Y una marca de café. Están presentando unos cortometrajes pagados por la marca e inspirados por leyendas del cine nacional. Cada leyenda apadrina a un joven director. Y Berlanga, sin pelos en la lengua, responde a la pregunta de qué le pareció el guión del cortometraje que recrea el día que se puso por primera vez detrás de una cámara: "Malísimo". Así, sin tapujos. Con el director delante. Con los del café delante. Con la prensa delante.
El otro día, en otra presentación, Berlanga dijo algo mucho peor. Y más doloroso: "Cada vez estoy perdiendo más la memoria, llámenlo Alzheimer o llámenlo como quieran... pero eso es una censura peor que la de Franco. Es una censura a lo bestia".
El otro día, en otra presentación, Berlanga dijo algo mucho peor. Y más doloroso: "Cada vez estoy perdiendo más la memoria, llámenlo Alzheimer o llámenlo como quieran... pero eso es una censura peor que la de Franco. Es una censura a lo bestia".
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Ella y su orgía -