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nomeacuerdo

Qué risa

Seguimos con las lecciones de economía-ficción: primero fue la liberalización de la Televisión. Después de la Telefonía. Después la de la Sanidad (sí, no se engañen), y ahora viene la de las Gasolineras. Leo:

"Competencia pide ampliar el parque de gasolineras y facilitar la entrada de más empresas"

No sé si alguien se cree todavía el cuento de que liberalización es sinónimo de más calidad a menos precio, pero esa es la burra que nos venden siempre: "Liberalizamos la telefonía, para ofrecer más competencia, más calidad y mejores precios al consumidor (ríanse aquí)". ¿Alguien ha visto bajar los precios a las empresas de telefonía móvil alguna vez (sí, hay un caso, pero fue después de una subida progresiva de más del 50% que olvidaron contar en su publicidad), ¿podemos afirmar que el servicio es mejor ahora que hace cinco años? (si alguien responde que sí, que pruebe a darse de baja de una telefónica). Nadie se acuerda, por ejemplo, de decir que gracias a la liberalización del sector, tenemos las tarifas más caras de Europa en telefonía e internet, además de los peores servicios y menor ancho de conexión, por ejemplo. Nadie dice que la tele es un asco, sea de pago, digital o por tarjeta cerebral, y tampoco nadie cuenta que, por ejemplo en Madrid, pueden mandarte a un hospital a 35 kilómetros de tu casa, teniendo otros más cercanos, para que la presidenta pueda así cumplir con su promesa de acabar con las listas de espera. 

Rían, rían. En la imagen, tres mujeres miran cómo baja el precio de la gasolina en función de los altibajos del río Duratón. 

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