otorrinolaringólogo
Me acuerdo de la primera vez que visité un otorrinolaringólogo. Me metió una cámara por la nariz y me dijo: tienes el tabique nasal torcido. Hoy, diez años más tarde, otro otorrino, en una consulta paralela, y con un becario empanado, ha repetido la operación y ha llegado a la misma conclusión: tienes el tabique nasal torcido. Ni que fuese el potro de Vallecas.
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