Hernández y Fernández
Estoy escribiendo mi primer capítulo para una serie de televisión cuyo nombre me llevaré a la tumba, y de pronto, el teclado de este ordenador (que no es el mío) se cambia y desaparecen las interrogaciones, las exclamaciones, los acentos. Ojalá hubiesen desaparecido también los adjetivos innecesarios, los diálogos anodinos, los puntos suspensivos, la gente que cuando dice la palabra "comillas" las dibuja en el aire, los gaiteros, las dependientas de El Corte Inglés que saben de bragas y atienden en la planta de libros, las televisiones que ponen en el metro, más gaiteros, las películas sobrantes, las que se rodaron y no tendrían, los periodistas que no preguntan, los libros que no hace falta leer para saber de qué van y lo malos que son, los blogs que se escriben (mal) para los amigos, los que escriben mal (para sus amigos o no), la gente que odia su trabajo (y te lo hace notar), los que les preguntas qué tal y te responden. Las prisas. El poco tiempo libre. Querer y no decidirse. No poder estar donde quieres. O querer estar en varios sitios al mismo tiempo. Y lun montón de cosas más que nomeacuerdo.
9 comentarios
Vlogger -
Meter -
Pobre loco -
Dogbert Jr. vuelve de ultratumba -
nomeacuerdo -
1. Es esa
2. Un PC, claro
magnólico -
2. ¿Era el ordenado un Mac?
Ella y su orgía -
Abrazo orgiástico y olvidadizo.
javi -
- Yo aún diría más: Quiero un teclado así.
sylvie -