Piano man
No es la mirada.
No es el olvido.
No son los familiares, amigos y vecinos que dicen conocerle.
No es que sepa tocar el piano.
No es que sea un virtuoso.
No son los papeles, misteriosos, que agarra con la secreta conciencia de que es lo único que le queda.
Ni tan siquiera, que apareciese, bien vestido, en una playa desierta.
Es que tuviese las etiquetas del traje arrancadas.
No es el olvido.
No son los familiares, amigos y vecinos que dicen conocerle.
No es que sepa tocar el piano.
No es que sea un virtuoso.
No son los papeles, misteriosos, que agarra con la secreta conciencia de que es lo único que le queda.
Ni tan siquiera, que apareciese, bien vestido, en una playa desierta.
Es que tuviese las etiquetas del traje arrancadas.
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ella y su orgía -