Para acabar con los aniversarios redondos

Cuando Nomeacuerdo se despertó una mañana después de un intranquilo sueño, se encontró sobre su cama convertido en Kafka con cinco años de edad. A su lado, un caballito sucio y casi tan siniestro como su dueño. ¿Quién cabalgaría el día 3 de 2005 sobre el caballito de Kafka?
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