La memoria de los niños es breve, confusa, extraña y caprichosa. Y cuando se tropieza con la nuestra, acumulativa, repleta de detalles, saltan chispas. Ejemplo:
Yo: ¡Hola (nombre de la niña, hija de una muy buena amiga de toda la vida)! Ella: ¿...Quién eres?
¿Qué ha pasado en el otoño? avalancha de escritos sobre niños, entre tú, Ella y su orgia y yo. Por supuesto a mi los niños nunca me recuerdan. Pero a M. siempre. Debe tener algo en la sonrisa que ellos detectan.
2 comentarios
Pistacho y los niños -
Por supuesto a mi los niños nunca me recuerdan.
Pero a M. siempre. Debe tener algo en la sonrisa que ellos detectan.
javi -