Y el caso es que a mí, esos papanoeles colgando de balcones y ventanas, en permamente escalada y expuestos a temperaturas glaciales durante días, me provocan un irrefrenable impulso de salir corriendo.
Me parece que los papanoeles, al trepar por los balcones, están en realidad huyendo de nosotros.
Julio Z -
estaba buscando fotos pa mi blog (que por cierto no tiene ninguna aun) y me atravesé con tu página y la encontré genial, como que rebuscai en cosas que no mucha gente veria algo o de una forma de analizar lo no analizable. buena página y te invito a la mia, suerte desde Chile
Eresfea -
Lo digo siempre: ¿Quién se puede fiar de un gordo vestido de satén rojo que toca una campana, dice jo,jo,jo, explota a uns renos desde la noche de los tiempos, y se puede colar en tu casa por la chimenea? (Claro, como no es rumano se le perdona todo).
Alguno de esos Papa Noeles ganará el Novel de literatura. Próximamente.
Ander Quenoshundauntsunami -
No sé qué ha sido de la niña que hace unos días se cayó de un sexto piso por querer alcanzar uno de esos horrorosos papanoeles. La pobre estaba muy grave.
A mí lo que me dan ganas de salir corriendo son los 3,6 millones de euros gastados en iluminar Madrid. Cómo vamos a llegar así a fin de mes.
Debo de estar convirtiéndome en un cascarrabias, porque antes me hacían gracia pero ahora corroboro muy seriamente las palabras de mi suegro cada vez que se enfrenta a la oceánica variedad de yogures en un hipermercado: vivimos en una sociedad decadente.
7 comentarios
Peter -
Julio Z -
Eresfea -
¿Quién se puede fiar de un gordo vestido de satén rojo que toca una campana, dice jo,jo,jo, explota a uns renos desde la noche de los tiempos, y se puede colar en tu casa por la chimenea? (Claro, como no es rumano se le perdona todo).
Miguel -
Lo que más me molesta de los papanoeles es su permanente sonrisa insustancial. Macabra.
J -
Ander Quenoshundauntsunami -
A mí lo que me dan ganas de salir corriendo son los 3,6 millones de euros gastados en iluminar Madrid. Cómo vamos a llegar así a fin de mes.
Debo de estar convirtiéndome en un cascarrabias, porque antes me hacían gracia pero ahora corroboro muy seriamente las palabras de mi suegro cada vez que se enfrenta a la oceánica variedad de yogures en un hipermercado: vivimos en una sociedad decadente.
Corroboro. Qué bonito.
-Ojo con los topos orondos -corroboró Dorronsoro.
Manoliño Captura -