Azaña
Por razones que no vienen al caso, llevo una temporada visitando páginas de informática y otras creencias sobrenaturales. No he podido comprobar si todos los usuarios o dueños de las páginas tienen, como manda el tópico, gafas de pasta y cristales gruesos, además del pelo grasiento, porque casi ninguno de ellos ofrece una foto para comprobarlo. Esta falta de transparencia me lleva a afirmar, sin temor a equivocarme, que efectivamente, todos ellos tienen gafas de cristales huesos y pelo grasiento. Pero el asunto que me trae aquí hoy es otro. En mi periplo informático he comprobado que el 99% de estas páginas contienen faltas de ortografía que equivaldrían, en un sistema judicial decente, a una cadena perpetua o a un regresión a los tiempos de la EGB. Al principio pensé que se trataban de simples despistes, y los pasé por alto. Más tarde opté por intentar corregirlos, educadamente. Y hoy he decidido no visitar nunca más estas páginas, después de recibir una curiosa respuesta al tratar de explicar por qué Azaña (señor al que mi abuelo admiraba mucho) no es lo mismo que Hazaña (señor al que mi abuelo no conocía de nada). Ahí va:
"...esto es un blog tecnológico y no trata sobre letras ni lengua castellana, así que no pasa nada por cometer unas faltas y te lo digo con respeto".
Personalmente, pondría una coma después de "faltas".